Crónica Transibérica 2024

Crónica Transibérica 2024

Cuando Carlos Mazón publicó en diciembre los puntos de paso me atrajeron sitios icónicos como Stelvio y Furkapass, pero lo que parece que me acabó de empujar fue el punto de control de Orbaneja del Castillo y el parcour por las zonas de mi Valle por donde suelo entrenar habitualmente... ¡Así que ya estaba liada!

Para el viaje de ida y la estancia en Bolzano, nos juntamos Enekoitz y Jon Kepa y así comenzó la aventura cogiendo el vuelo en Bilbao hasta Malpensa en Milán y desde allí en coche de alquiler a Bolzano. Para mí era mi primera experiencia volando junto con la bicicleta y en esta ocasión todo salió bien. Una vez en Bolzano, pasamos un par de días relajados conociendo una ciudad que nos saca años luz de educación vial en la que la bicicleta está más que interiorizada en el día a día: gente acudiendo al trabajo... Madres paseando con sus hijos llevando un carrito enganchado... Carriles bici interminables y en buen estado... Respeto para poder caminar montado en el casco antiguo de la ciudad... Sin duda, una zona recomendable para los amantes del ciclismo.

La entrega de dorsales fue la tarde del viernes en la sede de Q365 y un representante navarro nos estuvo enseñando diversas prendas y calidades. Yo acabé comprando una camiseta interior de verano que me ha parecido una pasada!

El sábado a las 8 de la mañana arrancaba la prueba controlada durante los primeros 10km que transcurrían por un carril bici que salía desde la sede de Q365. Justo al acabar, pegué palo y pude estar en cabeza de la prueba durante 5' hasta que se juntaron Flecha, Oriol, Sergio Molinero, Silvia Perrenaud y dos extranjeros más. El grupo de siete íbamos a tope y Flecha pegó un palo dejándonos a los 6 atrás, liderados por Oriol que intentaba hacer tapón. Oriol pegó palo para juntarse con Flecha, pero los 5 íbamos enfilados hasta que contactó con él. Aguanté en cabeza de la prueba 40km y ya me dije que qué cuyons estaba haciendo! 😂

Ya en mi sitio y recuperándome del esfuerzo, algunos calambres empezarían a aparecer más tarde, comencé a realizar la prueba a mi ritmo. En la aproximación al Stelvio subimos dos puertos: uno duro, Mandola, y otro fácil. Sobre las 14h y con calor en el valle, comencé la subida del Stelvio. Había olvidado lo duro que es el cabronazo. Lo subí 12 años atrás con una grupeta de amigos de Santander.

Una vez coronado el puerto había que tomar la decisión de por donde hacer el acercamiento al Furkapass: ir por Italia por el lago si Como haciendo 60km más y 1000m menos de ascenso (mi elección) o ir por Suiza haciendo menos kilómetros pero más desnivel pero con menos posibilidades para comer y dormir si fuera necesario y con previsión de tormentas que a muchos participantes atraparon.

Justo antes de ponerme el chaleco reflectante, paré a comer algo en un bar antes del comienzo de un carril bici en el pueblo de la Prese. Mire el mapa de la prueba y vi que Enekoitz y Jon Kepa venían a unos 10km detrás mio pero en terreno de bajada y llano, así que les mandé un mensaje por WhatsApp y esperé a que llegaran y descansar un poco más para recuperar las patas. Esa noche y el día siguiente lo pasaríamos juntos en la prueba los tres.

Nos adentramos en varios carriles bici de varias decenas de kilómetros y sobre las 23-24h nos encontramos por despiste con una pizzería/kebab abierta en la que cenamos bastante bien. Saliendo del lago di Como a eso de las 2:30 de la mañana nos encontramos con el secreto a voces de los participantes que íbamos a ir por esta variante: un Carrefour 24 horas en el que yo aproveché a comer unas alubias precocinadas y alguna cosilla más. Echamos una cabezada de 30-45' y continuamos esta primera noche toledana sin hotel y ducha. Al día siguiente nos esperaba el Furkapass pero antes de llegar a él, nos aproximamos por el puerto de San Gotardo: puerto adoquinado en más de 9 kilómetros que en algunas zonas permitía evitarlo a través de un arcén improvisado de unos 20-30cm. Para mí uno de los sitios que más me ha gustado de toda la prueba. Simplemente espectacular!

Una vez superado el Furkapass y viendo que seguíamos en Suiza, buscamos una habitación para los 3 en un pueblo de paso en el track que llevábamos. Cena copiosa y descansar para al día siguiente madrugar en la aproximación al siguiente punto de control del Mont Ventoux. Para acceder a este siguiente control tendríamos que tomar la decisión: ir a través del Forklaz a Chamonix y deleitarnos con la cercanía al Mont Blanc que fue nuestra elección y para mí acertada o rodear por Ginebra haciendo algún kilómetro más y menos desnivel. Nuestra elección fue espectacular. Coincidió que en el pueblo en el que comienza el puerto del Forklaz, Montigny, daba comienzo a nuestro paso una de las pruebas de la semana del UTMB. Durante el ascenso al puerto pudimos ver a los participantes subir por los senderos monte a través. Una vez asaltamos un supermercado en Chamonix tras pasar la frontera francesa, al cabo de unos minutos de estar comiendo en un parque cecina de León con queso y la compra del super, escuchamos por megafonía la llegada de los primeros participantes de la carrera a pie. Espectacular el ambiente que se respiraba! Nosotros éramos los raros llevando bicicletas y no zapas de running

Salimos de allí de camino al Ventoux (este punto de control estaba a unos 450km del anterior) y nos dispusimos a pasar otra noche toledana... Nos dio tiempo a llegar antes del cierre a un McDonald en Grenoble y cenamos los 3 comprando algo de comida para la noche. Saldríamos de allí a las 00h y nos dispusimos a continuar. Durante esta noche nos separamos y Enekoitz iría en solitario hasta Bilbao. Jon y yo seguimos hasta la meta juntos. Esta noche se nos hizo dura por el sueño y el frío que pasamos en una bajada de más de 40km antes del amanecer. En el pueblo de Salt sobre las 13:30 nos dimos un homenaje comiendo de menú del día en un restaurante justo antes de subir el Ventoux. Alargamos ese día para dormir y descansar en el pueblo de Uzés.

Al día siguiente nos esperaba el Mont Aigoual, un enclave espectacular con un bosque eterno hasta su cima con más de 30km de carretera. Increíble! Una vez conquistado, nos acercaríamos al siguiente punto de control: Carcassonne. Jon y yo llegaríamos entre las 2 y 3 de la mañana con un sueño terrible así que decidimos descansar un poco en una campa que pertenecía a un parking privado. Acudió un guarda de seguridad a preguntar que qué hacíamos allí y le convencimos diciendo que nos iríamos de allí en una hora y poco. Una pena no haber podido descansar bien. Este es otro de los test que he hecho en esta edición y que me va dejando las cosas más claras para mí: como un buen descanso no hay nada igual.

Durante el día hicimos el siguiente punto de control de Lluís Companys y llegar por fin a España donde las reglas de juego cambian y es infinitamente más sencillo encontrar comida y alojamiento en comparación a Francia, Italia o Suiza. Decidimos Jon y yo que necesitábamos descanso y paramos en Figueres pronto para reponer fuerzas y al día siguiente madrugar y meter los dos siguientes CPs: Mare de Deu del mont, increíble poder coronar al amanecer este puerto y poder ver a un lado los pirineos desde donde veníamos y al otro lado el mar, y el otro coco del día que era el Turo del Home, puerto duro duro y conocido como el Ventoux español, creo

. Ese día alargaríamos a dormir hasta Manresa, la zona es un poco particular y antes no hay nada y después solo masías para alquilar varios días.

Al día siguiente nos aproximamos hacia la presa de Canelles, siguiente control que incluía un tramo gravel de 7-8km en bajada con alguna pala al 12% que ponía los huevillos de corbata. Hizo un buen día hasta que nos aproximamos a la Hoya de Aragón, que la previsión dada tormentas eléctricas y bastante agua. Allí mismo en una Repsol 24 horas pudimos tener cobijo Jon y yo junto a Peki, otro participante de Logroño afincado en Chile. Una vez dejamos pasar la tormenta, abandonamos nuestro vivaqueo improvisado en esta gasolinera y continuamos hacia Tudela, donde nos separamos de Peki: nosotros descansamos MUY poco al entrar a la habitación a las 7 de la mañana para ducharnos, lavar la ropa y dormir un poco. Peki alargó hasta Logroño motivado por el recibimiento de sus padres y su pareja e hija pequeña.

Arrancamos de Tudela a las 10:30 tras meternos un desayuno que no se lo salta un git-ano! En esta etapa nos dirigíamos al control de la cruz de la demanda. Trabajos forestales permitieron que no tuviéramos que subir los últimos 5km. El cansancio de no haber podido descansar bien y haber salido tan tarde del hotel, hizo que está etapa no pudiéramos abarcar muchos kilómetros. Propuse a Jon que esa noche necesitamos descansar para intentar al día siguiente llegar a Bilbao del tirón: 300km y casi 4000m para acabar

Una vez coronado el punto de la Demanda, teníamos habitación en Casalareina y nos propusimos cenar bien en Ezcaray y comprar desayuno. Unas hamburguesas cojonudas nos alimentaron aquella noche. Nos resultó increíble ver como algo tan sencillo como unas entradas en la sección de deportes de varios periódicos locales hizo que un pueblo entero como Ezcaray se volcara con los participantes y estuvieran dispuestos a ofrecernos alojamiento en sus casas, comida, duchas... Increíble! Qué pena que mi Valle no se haya querido implicar en dar ese mismo apoyo viendo que esta prueba internacional pasa por Polientes

No habrá otra ocasión por desgracia.Al día siguiente y motivado por transcurrir casi en su totalidad por terrenos conquistados, salimos a las 6:45 para llegar a Bilbao a las 23:20. Almorzamos una vez coronado Altotero en el restaurante de Cernégula que me chivó Rubén Requejo y en Polientes nos desviamos 3km para comer y conversar Jon y yo con mis amigos Séfora y Julián de Campo de Ebro que estaban allí con su hija y nietos. Momentos como estos llenan de verdad y no tienen precio, aunque a nivel de reglas la prueba te pueda penalizar con 4 horas por recibir apoyo externo... En fin, abro debate 😉

Una vez que acabamos el parcour por mi zona de tantos y tantos entrenamientos, salimos a Espinosa y tomamos un café rápido con algún dulce de la pastelería de la plaza mayor, y ya ponernos el chaleco para pasar las últimas horas de noche de esta prueba hasta la llegada a Bilbao, donde nos estaban esperando nuestras familias para poder compartir este momento tan emotivo cuando se acaba una aventura de esta envergadura.

Cosas aprendidas en esta edición: NO comparto la privación del sueño NI su entrenamiento. NO va conmigo y no me funciona. Lo he probado y prefiero descansar BIEN, y darle al pedal. En el momento que veas que sobre la bici vas penando y los números habituales no salen... ¡DESCANSA!